El mocasín horsebit de Gucci sigue siendo un codiciado símbolo de estatus 70 años después

¿Qué tienen en común el difunto expresidente estadounidense George HW Bush, la musa de los 60 Jane Birkin y el rapero Wiz Khalifa? A pesar de sus estilos personales y ocupaciones muy diferentes, todos han sido vistos con un par de mocasines Gucci horsebit.

Este año marca el 70.° aniversario del calzado distintivo, reconocible por su broche de metal, que se ha convertido en una pieza de la historia de la moda, tan famosa que un par ingresó a la colección permanente del Museo Metropolitano de Arte en 1984.

A mediados de junio, coincidiendo con los desfiles de ropa masculina en la Semana de la Moda de Milán, Gucci presentará una exhibición que celebra el legado de su característico mocasín.

Desde su creación en 1953, el zapato se ha lucido en la Casa Blanca (Bush, 1974), en el paseo marítimo de Cannes (Birkin, 1969) e incluso en las alfombras rojas (Wiz llevó un par a los Globos de Oro en 2016). Otros usuarios notables incluyen al director de "El Padrino" Francis Ford Coppola, Sophia Loren, la realeza monegasca Charlotte Casiraghi, Madonna (quien se puso una versión de plataforma para recibir su premio MTV VMA al Mejor Video Femenino en 1995), Jodie Foster, Brad Pitt durante una escena en "Fight Club" de 1999 y, más recientemente, la actriz Zoe Kravitz y la modelo Gigi Hadid.

Pero, ¿cómo este simple slip-on se convirtió en un artículo de moda tan codiciado?

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A fines de la década de 1890, Guccio Gucci, el fundador de la casa de moda italiana, comenzó su carrera como maletero en el hotel The Savoy de Londres. Aquí, Gucci pudo observar de cerca las altas esferas de la sociedad. Era su ventana a la vida de la élite internacional: una instantánea invaluable de lo que valoraban y en lo que estaban dispuestos a gastar dinero. Gucci quedó impresionado por el estilo de vida y los pasatiempos de los aristócratas, artistas y otros huéspedes adinerados que se hospedaban en The Savoy; su propia marca más tarde adquiriría una estética claramente ecuestre.

En 1906, abrió una pequeña tienda de artículos de cuero en Florencia, Italia, y pronto comenzó a fabricar baúles de viaje y otras piezas que definieron el legado de la marca. (La marca aún vende una versión fielmente reelaborada de su característico bolso de bambú con asa superior, creado en 1947). Gucci murió en 1953, apenas unas semanas después de que los hijos Aldo, Rodolfo y Vasco abrieran la primera tienda insignia de la marca en Nueva York. Ese mismo año, inspirado por los amados motivos equinos de su padre, Aldo creó el mocasín horsebit con la esperanza de atraer a la misma clientela que Guccio había encontrado en The Savoy.

Los mocasines ya eran una opción de calzado popular en la década de 1950, aunque normalmente se usaban para ocasiones más informales. Aldo aprovechó el atractivo masivo del estilo slip-on y usó el detalle de la broca para realzar el diseño. Un guiño a los estilos de vida ecuestres, todavía actúa como un símbolo de estatus aspiracional en la actualidad.

El éxito de los mocasines horsebit de Gucci ha sido de gran envergadura, y el secreto de su relevancia actual puede residir en la versatilidad del zapato.

Están los tipos de finanzas, que combinan los mocasines con trajes a la medida, lo que les valió el apodo de "trineos de negocios" por su mitificada habilidad para comunicar confianza en los parqués de Wall Street. Luego están las chicas geniales subversivas, que a sabiendas contrastan el zapato preppy con camisas hawaianas, cadenas de oro y jeans holgados.

El espíritu de experimentación de este último fue impulsado por la colección Otoño-Invierno 2015 de la marca, en la que el entonces director creativo Alessandro Michele reintrodujo el artículo de la firma con algunos cambios. Su estilo de "Princetown" era sin espalda, controvertidamente forrado con piel de canguro (que fue reemplazada rápidamente por piel de cordero) y disponible en cuero rosa bebé, tweed de lana o tela bordada. Estaba muy lejos del original, pero mientras algunos se manifestaron en contra del uso de pieles, otros lo nombraron el zapato más llamativo de 2015.

Setenta años desde su creación, el zapato ha demostrado ser una inversión digna y un elemento básico de guardarropa de larga tradición gracias a la mezcla heterogénea de figuras famosas que los visten, así como a las innumerables imitaciones que han inspirado.

El mocasín horsebit es la respuesta de Gucci a la pregunta casi filosófica: ¿Qué zapatos me pongo? Tanto si eres una modelo fuera de servicio que deambula por las playas del sur de Francia como si eres un rapero estimado que se pavonea por la alfombra roja, un zapato sirve para todos.